Moderación

Podemos planificar, prepararnos, pero nunca vamos a tener todo bajo control. Tuve que cambiar un poco mis planes para el 21; me siento frustrada, pero así es la vida, no voy a ponerme a llorar como una cabra chica. Qué pasó? Un poco de todo, pero principalmente rollos con gente estúpida, conversaciones emocionalmente fuertes y colapso universitario. No precisamente el ambiente ideal para dejar de comer y de fumar, y tampoco había tiempo para ejercitar. Una mierda. Pero bueno, como pueden ver sobreviví al stress, hoy finalmente salí a correr (para las que preguntaron, troto y hago máquinas para piernas y brazos) y les cuento en qué estoy: Con el maldito 18 subí a 52,6kg. Mi meta son 49. Me faltan más de 3 kilos y medio! Y se ve difícil...

No sienten que es más difícil comer poco que no comer? Porque yo no me mato de hambre, les cuento: Yo como, y para algunas de ustedes tal vez como demasiado. Mi idea es consumir 700 cal diarias (ya haré otra entrada xD hablando de cómo calcular las que ustedes deberían comer si quieren seguir mi técnica); así me mantengo sana, sin que se me caiga el pelo ni esas cosas, y mi metabolismo se mantiene funcionando (si comes muy poco se estanca) así que sigo bajando de peso. Además, comiendo más o menos esa cantidad evito adelgazar DEMASIADO rápido, cosa que no quiero porque si pierdes mucho peso en muy poco tiempo (más de 1,5kg a la semana, aprox), empiezas a perder masa muscular en vez de grasa, aparte así evito que mi familia se preocupe y me moleste mucho. Pero bueno, a lo que iba: no sienten que es más difícil comer "moderadamente" que de frentón comer una manzana al día o nada? Para mí es terrible! De repente son las 10 pm y voy super bien con mis calorías consumidas, pero voy a la cocina a hacerme un té y salgo con 4 galletas en el estómago! Como que cuando me he dicho "hoy no comes" ha sido más fácil evitar la tentación, pero cuando como poco como que pienso "bueno, qué son 100 calorías más si ya comí 700"... RANCIA! Tampoco quiero prohibirme comer, no quiero morirme ni ser un esqueleto andante, pero pucha que es difícil. El martes, miércoles y jueves me pasé de mi máximo (750 cal), hoy voy en 720! Por favorrrr no quiero sucumbir otra vez! Bah, nada de por favor: NO VOY A CAER.

Besos, hermosas, me paso por sus blogs rapidito antes de meterme de cabeza a las cosas de la U!

La bendita primavera

Antes de que se me olvide, quiero agradecerle a las hermosas que me siguen y que me han comentado; escribo principalmente porque no hay nadie con quien pueda hablar de estas cosas y es súper motivante conocer a más personas que viven más o menos lo mismo. Tenemos que apoyarnos!

Ahora sí, a lo que iba: como dije al final de la entrada anterior, pronto voy a tener que matarme (en sentido figurado!) ejercitando. He comido mucho, más de lo que esperaba, básicamente porque pienso "es mi última oportunidad". Por qué? Por que hace tiempo que planeo volver a hacer ejercicio en cuanto empiece la primavera... o sea, en 2 días más. Además volveré a cuidar lo que como y, por tercera vez, voy a dejar el cigarro. Necesito MUCHO apoyo moral. Pero confío en mí, el clima me va a ayudar y leerlas a ustedes también! Este miércoles me peso y les cuento qué onda, para saber desde dónde comienzo esta nueva etapa.

Paf, como que tenía muchas cosas que decir y se me fueron de la mente. En todo caso, lo central era contarles de este nuevo comienzo. Mañana empiezo desintoxicándome de la comida rancia de estos días y el martes dejo el cigarro. El miércoles a la mañana, a trotar se ha dicho.

Ustedes qué planes tienen para el futuro próximo?

18 a la vista!

Sé que si alguien de Chile me está leyendo entiende bien de qué se trata esta entrada... el 18 se acerca a pasos agigantados! Para quienes son de otros países, aclaro: el 18 de septiembre es el aniversario de la independencia de Chile y esta vez se cumplen 200 años, por lo que, además del 18 y 19 que siempre son feriados, tenemos también libres el 17 y el 20. Qué significa eso? Asados, empanadas y alcohol por todas partes! O sea un completo terror (excepto para las afortunadas veganas, lucky girls!).

Las celebraciones suelen empezar antes (tuve una el viernes y otra ayer, donde me descontrolé), y además mañana es el cumpleaños de mi hermano, así que es aún peor para mí. Yo me peso los miércoles y tengo miedo de mañana! He comido demasiado y es obvio que subí, y seguiré subiendo. Mañana voy a fingir dolor de estómago (y me voy a autoconvencer de que me duele, y a tomar mcuha agua anets para que me moleste en verdad) para no comer en el cumpleaños, porque la celebración es muy tarde y toda esa torta, pan, etc, se convertirían inmediatamente en grasa. Pero esto va a ser sólo una excepción por lo peligroso de la fecha; en general, les recomiendo comer en las reuniones sociales (ya le dedicaré una entrada a este tema en específico). Poco, de lo más sano que haya, pero coman! Yo lo haré durante las fiestas patrias aunque tenga que matarme ejercitando después. Por suerte mañana no tengo clases, así que voy a ir al mall! Eso significa que ejercitaré mucho caminando y que me voy a motivar probándome ropa hermosa... juro que voy a necesitar mucha motivación estos días!

Sólo me consuela pensar que me voy a divertir mucho y que en cuanto terminen las fiestas me voy a renovar! Pero ya, como saben, haré una entrada especial al respecto jaja. Besos a todos y a todas, no olviden contarme cómo planean pasar estas fiestas y no engordar (mucho) en el intento.

No soy Ana. No soy Mía. Soy Victoria.

No soy Ana, así que no sé si es verdad (como afirman los psicólogos y como he descubierto en varios blog) que las Ana se odian a sí mismas. Yo no me odio; me amo, soy mi prioridad. Es por eso que quiero ser lo mejor y lo más feliz que pueda. Tengo 22 años y soy una mina linda, inteligente, divertida, talentosa. Hace nueve meses era linda, inteligente, divertida y talentosa, pero midiendo 1.60 pesaba 60 kilos. Tenía un moderado sobrepeso, era “rellenita”. ¿Tan terrible era eso? Sí. No es el momento para hablar de todas las razones por las que eso me hacía sufrir, pero me imagino que cualquiera de ustedes, chicos y chicas que tienen o han tenido algunos (o muchos) kilos de más, puede entender lo mal que me sentía. Hace nueve meses no tenía fuerza de voluntad, amaba la comida y odiaba el ejercicio. Me sentía insignificante, fea e impotente. Entonces decidí cambiar.

Hoy peso 51,9 kilos. Soy una mina linda, inteligente, divertida, talentosa y regia. Eso era lo que me faltaba. Me siento bien. Mi vida ha cambiado, pero pongan atención: no es sólo el hecho de ser flaca (algunos pensarán que todavía estoy bastante gorda; mi meta son 49 kilos). No es sólo que ahora la gente me mire con otros con ojos, de hecho hay algunos –seguro que ustedes también lo han vivido– que me recriminan estar “demasiado” flaca. Envidia pura. Lo que ha cambiado mi vida es el hecho de que ahora me siento feliz conmigo misma, que siento seguridad, que puedo quitarle el aliento a alguien que sólo me ve pasar, cuando antes sólo podía pasar si me escuchaban hablar. Ahora puedo ponerme la ropa hermosa que siempre quise sin miedo. Ahora puedo sentarme con mis amigos sin pensar “soy la amiga fea, soy la amiga gorda, no me saquen fotos porque parezco un chancho”. Ahora puedo pararme cada mañana frente al espejo y sonreír porque mi cuerpo es casi tan hermoso como mi interior.

He leído muchos blogs pro-ana y pro-mía, e incluso las más acérrimas defensoras de estos estilos de vida declaran en esas páginas “este es un camino de dolor, es no quererte a ti misma, es llorar cada noche, es apartarte de todo el mundo”. No censuro esas páginas; las respeto y comparto muchos de sus puntos de vista, sigo visitándolas casi a diario porque en muchas cosas las admiro. Pero la historia que yo les quiero contar en este blog no es una historia de sufrimiento y dolor; es una historia llena de colores. Cuando me acuesto, me quedo dormida con una gran sonrisa.

Yo creo que la perfección no existe (ya hablaré de eso otro día), pero los invito a alcanzar la ♥VICTORIA♥.